El Celibato

El tema del celibato esta en boca de todos, sin embargo ¿Cuál es el punto de vista bíblico?, ¿es vital que el sacerdote este casado?
Hay que resaltar que el celibato es una ley eclesiástica para las iglesias de occidente no así para las iglesias de oriente, esto se debe a tradiciones ancestrales, políticas y por resolución de los concilios.
Muy sabiamente escribe Monseñor Damaskinos Papandreou, metropolitano ortodoxo en suiza
“La posición ortodoxa, en lo que al matrimonio y al celibato se refiere, la determina la antigua tradición patrística y la costumbre de la Iglesia, que velan por el profundo contenido teológico del sacramento del matrimonio al igual que por la espiritualidad eminentemente personal de la disciplina del celibato. El matrimonio según el Señor y el celibato por el Señor son dos formas diferentes de espiritualidad, es cierto, pero (indiscutiblemente) válidas por igual para vivir plenamente el contenido de la fe”.
“Cada cual puede seguir una o la otra, según la propia vocación personal y sus carismas específicos. La Iglesia bendice por igual las dos manifestaciones de la lucha espiritual de los fieles, y las Iglesias Ortodoxas no tienen predilección por una más que por la otra, porque consideran que no pueden alegar razones teológicas válidas para justificar una opción o la otra. La elección es responsabilidad del creyente, quien asume, a su vez, las consecuencias de su lucha espiritua”l.

“Esta conciencia de la Iglesia se definió en la tradición patrística ya en los primeros siglos, y se relaciona en especial con la libertad personal de los creyentes de elegir sus propias formas de lucha espiritual.
“La tradición apostólica considera que el cumplimiento del carisma personal del celibato es un don personal recibido de Dios. Ese carisma personal se recibe libremente, y esa lucha personal se elige libremente. No se puede imponer. No es una exigencia de la naturaleza del sacerdocio. La Iglesia lo puede requerir en el cumplimiento de ciertos ministerios. La Iglesia de Occidente lo hace con todos los que son llamados al presbiterado y al episcopado. La Iglesia Ortodoxa lo requiere, por motivos pastorales, a los llamados al episcopado”.
“La tradición y la costumbre ortodoxa, por lo tanto, honran y respetan el celibato de los presbíteros y alaban su servicio en el cuerpo eclesiástico; al mismo tiempo, honran y respetan al clero casado que igualmente presta el mismo servicio a la Iglesia. La Iglesia Ortodoxa acepta, pues, las dos formas de servicio en igualdad de condiciones, y deja que cada uno de sus miembros elija una u otra, guiado por su vocación personal”.